
Acabábamos la anterior entrada de historia de la psiquiatría hablando de Pinel. Pinel, y algunos de sus discípulos, como Esquirol, protagonizaron lo que se llama "segunda revolución psiquiátrica", quitando las cadenas y dando un trato humano a los enajenados (al menos esto es lo que dice la visión romántica de la historia psiquiátrica, siendo la realidad mucho más negra que eso). La "primera revolución psiquiátrica" merece la pena ser mencionada, pues consiste en la fundación de lo que podríamos llamar "hostpitales psiquiátricos", los primeros en el mundo. Que sepamos (eliminando historia de las civilizaciones de la antigüedad), el primer "psiquiátrico" se fundó en Valencia, más o menos en 1409. Por esa época, el internamiento suponía un avance, frente a las hogueras (ya había gente que deshechaba la Demonología, una especie de DSM de la época, como Paracelso).
En 1616 Francia, mediante un edicto, estableció los manicomios. Los directores estaban autorizados para tener a sus locos indefinidamente, y pronto convirtieron sus centros en verdaderas cárceles, donde los locos estaban encerrados con delincuientes comunes, prostitutas y demás gente que no hace bonito en la calle. Allí eran sometidos a tratos degradantes y torturas, siempre con fines terapéuticos.
Los típicos tratamientos a la locura antes de Pinel eran la inmersión, las sangrías, los azotes, el tratamiento de aterrorizar, incluso la "Silla de Darwin", ideada por el abuelo del autor de "El Origen de las Especies", que consistía en una silla que se hacía girar hasta que sangrabas por nariz y oídos, un tratamiento muy efectivo para la locura.
Cabe decir también, que con Pinel y sus seguidores, no desaparecieron las "contenciones físicas", se sustituyen las cadenas por camisas de fuerza, y se usan camas con barrotes. La historia de la psiquiatría (y no metemos aquí las corrientes "psiquiátricas" que se han desligado de la medicina, como las psicodinámicas, por ejemplo) hasta nuestros días, ha consistido casi siempre, en la estigmatización y la tortura.
En 1616 Francia, mediante un edicto, estableció los manicomios. Los directores estaban autorizados para tener a sus locos indefinidamente, y pronto convirtieron sus centros en verdaderas cárceles, donde los locos estaban encerrados con delincuientes comunes, prostitutas y demás gente que no hace bonito en la calle. Allí eran sometidos a tratos degradantes y torturas, siempre con fines terapéuticos.
Los típicos tratamientos a la locura antes de Pinel eran la inmersión, las sangrías, los azotes, el tratamiento de aterrorizar, incluso la "Silla de Darwin", ideada por el abuelo del autor de "El Origen de las Especies", que consistía en una silla que se hacía girar hasta que sangrabas por nariz y oídos, un tratamiento muy efectivo para la locura.
Cabe decir también, que con Pinel y sus seguidores, no desaparecieron las "contenciones físicas", se sustituyen las cadenas por camisas de fuerza, y se usan camas con barrotes. La historia de la psiquiatría (y no metemos aquí las corrientes "psiquiátricas" que se han desligado de la medicina, como las psicodinámicas, por ejemplo) hasta nuestros días, ha consistido casi siempre, en la estigmatización y la tortura.