domingo, 6 de septiembre de 2009

Sobre Cognitivismo y Otros Cuentos

Desde que el Profesor Wundt, en su laboratorio de Leipzig, decidiera fundar la psicología como ciencia independiente han ocurrido muchas cosas en el campo del estudio de la mente y/o del comportamiento humanos, han estado en auge y declive ya varias escuelas, pese a la relativa juventud de esta “ciencia”. Lo cierto es que en auge o no, coexisten, en este momento, muchas escuelas, con tesis prácticamente incompatibles, como dentro de un gran saco del que los psicólogos que se consideran prácticos extraen las que en cada momento les valen para explicar o justificar lo que en ese momento pueden tener delante. Esta “escuela” alternativa, cuya única característica es ese eclecticismo, no tiene por qué ser “mejor” o “peor” en cuanto a eficacia que visiones más ortodoxas enmarcadas dentro de las distintas corrientes. El poder explicar cada cosa que hace o piensa una persona utilizando para ello el argumento que más nos guste, no quiere decir tener una visión más integral del ser humano.

La corriente psicológica que ahora mismo está en auge es el Cognitivismo, una especie de hijo del Conductismo (el paradigma “Estímulo-Respuesta”). El cognitivismo es una corriente que permite integrar las tesis más radicales del conductismo con las teorías motivacionales del Humanismo, la Gestalt, y ciertos esquemas psicoanalíticos (esto muy tímidamente), a veces cambiándoles el nombre para adecuarlo más a su propio bagaje.

Debido a lo mencionado anteriormente, hoy en día es raro que nos atienda un psicólogo que no se declare “ecléctico” o “cognitivista” (ojo, que no es lo mismo), y es raro el psicólogo “ecléctico” cuya base formativa no depende en gran medida de ese cognitivismo, debido en gran medida, a los planes de estudios de cualquier facultad española, dominados básicamente por el Cognitivismo.

La Psicología cognitivivista se centra en cómo procesamos la información, es decir qué pasa desde que recibimos un estímulo dado, hasta que se produce una respuesta a ese estímulo, y cómo las consecuencias de esa respuesta son procesadas también como un estímulo nuevo. Se compara la mente a un ordenador, donde los programas del mismo (nuestros esquemas, creencias, sesgos, experiencia...), y el Hardware (el Sistema Nervioso), son los encargados de convertir el input, los estímulos, en respuestas, para adaptarnos óptimamente al medio.

Ante esta visión de la persona, no lo olvidemos, predominante en los “estudiosos” de la mente y del comportamiento, se nos plantea, como libertarios, un interrogante: ¿Dónde queda aquí la libertad?

Si nacemos con una biología dada que es modulada por un ambiente del que estamos a merced, se podría decir que hay un “determinismo” sobre los procesos mentales, por tanto la libertad, entendida como libre albedrío, tan sólo sería una ilusión en que sólo los ingenuos pueden creer. El problema no radica en que exista o no libre albedrío, el problema está en que desde esta visión, bien aplicada, convertimos las conductas inadaptadas en “fallos” de la persona, que no ha logrado adaptarse correctamente al medio, o tiene “fallos de hardware” (le sobra o le falta de cierto neurotransmisor, o tiene disfunción cerebral mínima).

Lo cierto es que desde la visión cognitiva se puede pensar que si una persona tiene cierto comportamiento es porque es la mejor forma que tiene para adaptarse a su medio, y si tal o cual conducta es disfuncional lo es porque el medio es un medio “antipersona”, pero esta visión , casualidades de la vida no se da, las respuestas que el psicólogo llama “inadaptativas” son respuestas anómalas, no normales a las circunstancias, cosa que contradice los pilares mismos del Conductismo (no olvidemos que sin Conductismo, no hay cognitivismo), ya que en ciencia, no existen “excepciones a la regla”, y es por esto que desde la psicopatología se intenta, cuando se puede, dar una explicación de por qué tal o cual conducta anómala es adaptativa para la persona, y cuando no se consigue, se deja en manos de la psiquiatría para explicar, desde un punto de vista médico, dicha conducta. Siempre sin cuestionar los pilares del sistema.

Por ejemplo, si un hombre es alcohólico, se puede atribuir a que el alcohol, como sustancia psicoactiva, actúa como ansiolítico, entre otras cosas, y la persona que se engancha a él lo hace porque tiene ansiedad, como forma de automedicación. Por el contrario, no se puede explicar por qué una persona desarrolla una esquizofrenia, por lo que debe ser por algo “biológico”... nunca se cuestiona el papel de una jornada laboral de 45 horas semanales en una cadena de montaje como predisponente en una esquizofrenia.

Y aquí es donde entra la otra acepción de libertad, el poder hacer lo que queramos, pensar lo que queramos, sin ser reprimidos por ello. Por lo visto, una conducta extraña, o un pensamiento extraño, se convierten en síntomas, en señales que nos dicen que una persona se adapta mal, ya sea por un fallo en el software, con lo que habría que cambiar sus cogniciones erróneas, o su hardware, entonces debemos controlar, si podemos, sus neurotransmisores de por vida. No quiero decir que se esté haciendo siempre esto, pero sí es cierto que se psiquiatriza y psicologiza cada vez más la sociedad, desde los psicólogos que acuden a los accidentes y desastres a “auxiliar” a las víctimas y familiares, hasta el hecho de que se de medicación psiquiátrica a quienes peor se adaptan a las condiciones de un geriátrico, centro de menores, cárcel, etcétera. Volviendo un poco hacia atrás, repito que no se cuestiona el papel que tiene adaptarse a este sistema en el hecho de “perder la cordura”.

Por ejemplo, es bien sabido por todos que mucha gente trabaja toda la semana en un tajo que se podría llamar “alienante” sin pecar de subjetividad en el juicio, y que reconoce que los fines de semana “se evade” de eso, trabajar para “desfasar”, utilizando para ese desfase el alcohol (recordemos que es, en dosis bajas, un ansiolítico) y tabaco. Pues sin cuestionar el papel del alcohol en todo tipo de problemas mentales, nos podemos encontrar que el tabaco también se asocia estos, se dice que como una suerte de “automedicación” (igual que las personas con ansiedad podrían beber alcohol porque al beberlo se sienten mejor, el tabaco podría tener un efecto parecido además de aliviar efectos secundarios de alguna medicación en otro tipo de enfermedades psiquiáticas), pero lo cierto es que es muy difícil saber qué fue antes. En todo caso, si los pacientes usaran el tabaco porque alivia síntomas inducidos por la medicación, sería una crueldad racionarlo en los psiquiátricos.

Estudios recientes han relacionado la cafeína con la psicosis. ¿Es por la sustancia en sí, o es que provoca primero ansiedad y esta genera la psicosis? La cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida en el mundo, en los países industrializados es casi imprescindible para que la gente pueda mantener el “nivel de alerta” (vamos, estar despierto y atento) en su jornada laboral... ¿No nos cuestiona esto nada acerca de las llamadas enfermedades mentales?

Todo esto no son más que reflexiones sobre la teoría y la práctica psicológicas que ahora dominan el panorama. Por supuesto existen formas alternativas de ver la psicología, y debemos crearlas desde nuestros ambientes para poder dar respuesta contra la represión ejercida contra lo “anormal”, que, mira por donde, es lo que molesta a las clases dominantes.

No quiero que todo este tostón se quede en eso, me gustaría que sirva para cuestionarnos ciertos temas, como la libertad y la ciencia. Y desde esa reflexión, poder reivindicar el derecho a ser distintos, a estar tristes, alegres, neutros, inadaptados...




Referencias: David G. Meyers (1999). Psicología. Madrid, ed. Médica Panamericana. || Drs. Jaime Santander, Daniel Seijas y Mirtha Jiménez. Tabaquismo y Comorbilidad Psiquiátrica. Cuadernos de Neurología. 2009; XXIII, Universidad Católica de Chile. || David M. Fergusson; Joseph M. Boden; L. John Horwood ,Tests of Causal Links Between Alcohol Abuse or Dependence and Major Depression. Arch Gen Psychiatry. 2009;66(3):260-266.



Publicado en el Germinal Libertario, Suplemento Nº8 (Septiembre de 2009), Órgano de Expresión de Las Juventudes Anarquistas de León (FIJA).

6 comentarios:

Paula dijo...

Muy interesante tu entrada. Estoy de acuedrdo contigo en que la mirada biologicista pretende presentarnos como seres semejantes a máquinas, sin contemplar otras consideraciones. Si eres una máquina programada para responder, poco se podría decir del libre albedrío o la imaginación,por poner sólo un par de ejemplitos que se escapan a las explicaciones de estos "científicos".
Yendo más lejos,y en el caso particular de la esquizofrenia, resulta que por un lado no se sabe nada o no se sabe demasiado, pero por otro, se sabe lo suficiente como para determinar que una persona con tales síntomas debe medicarse de por vida, porque aunque no se sabe nada, actúan como si lo supiesen todo.
Por otra parte, en el empeño de presentar la esquizofrenia como algo definitivo en la vida de una persona, no se contempla que, si si el porcentaje de los "casos" aumenta "alarmantemente"¿debemos deducir que la especie huye hacia adelante en la inadaptación? ¿o por el contrario, que la psicosis se ha convertido en una reacción psicológica más frecuente de lo que queremos admitir en un mundo lleno de amenazas múltiples y tangibles?
Si sabemos del uso de medicación psiquiátrica con fines represivos en cárceles, geriátricos y centros de menores, ¿no nos hace eso pensar que tal uso represivo puede extenderse en el tratamiento ambulatorio?
A menudo el diagnóstico de esquizofrenia va asociado a dos síntomas no comprobables empíricamente: las alucinaciones auditivas(las más frecuentes)y la manía persecutoria. Pero también puede servir como "prueba" la visión del entorno más cercano: "está diferente", "está más desconfiado", "está mas agresivo"
Curiosamente nadie lleva a un familiar al psiquiatra diciéndole: estoy preocupado, está más creativo.
Muchas personas creativas presentan comportamientos de esos considerados inadaptados,o directamente pensamientos psicóticos o alucinatorios en diversos grados, con la diferencia de que les protege un halo de permisividad que hace pasar los "síntomas" como excentricidades. Desde luego es mucho más terapéutico que te consideren un artista excéntrico a que te consideren un "esquizofrénico". A eso hay que añadir que la propia actividad artística es una vía de escape, a menudo muy efectiva, de esos "síntomas", en la medida en que permite transformarlos en OTRA COSA, objetuarlos, aprovecharlos,arrojarlos fuera, observarlos y comprenderlos. Ahora bien, es muy complicado elegir esta terapia cuendo estás sometido a una medicación ralentizante,que te afecta al pulso y a la agilidad mental.
Y por último, y esto lo saben muy bien los psicólogos, las crisis psicóticas no duran eternamente, y sin embargo la medicación se prescribe como algo crónico, porque una psicosis, en el imaginario colectivo que no quiere saber, es como la madre de Norman Bates.
psicótico = peligroso, y así nos luce el pelo. Por favor, informaos, hay personas con las que hablar, encuestas que consultar, neuronas que usar, y mucho trabajo por delante de desestigmatización, mucho.

Anónimo dijo...

cognitivistas hijo del conductismo? estas teorias se derivan desde la antiguedad por comprender el modo de conocer, con el empirismo ( conductismo) racionalismo (cognitivista) con algunas modificaciones , pero permaneciendo las bases de cada enfoque,me apena encontrar articulos de tal categoria. otra cosa, los cognitivos no comparan los procesos mentales con un ordenador solo lo utilizaron en el momento para explicar en forma de analogia , es trsite q gente con el q escribio esto. no entienda tal conocimiento .hagan algo mas productivo.

Contrapsicología Salamanca dijo...

anonimo:

El cognitivismo no surgió en la antigüedad, de hecho, la psicología "científica", tal y como la conocemos hoy surgió allá por 1870 y pico. El cognitivismo se encuadra dentro de los paradigmas conductuales de la psicología. Se deriva de éste teórica y prácticamente, y aunque parece surgir como una reacción al mismo, lo cierto es que escarvando un poco se puede ver cómo en realidad es la necesaria evolución del conductismo para poder dar cabida a las nuevas necesidades de la sociedad estadounidense (Reforma, eficacia, progreso). No querer ver eso es ponerse unas orejeras epistemológicas.
¿Los cognitivos no comparan los procesos mentales con un ordenador?
Bueno, yo sigo viendo el paradigma del procesamiento de la información incluso en las nuevas terapias de tercera generación, como el ACT, que es una copia del existencialismo (el verdadero, no el de Albert Ellis), sin nombrarlo.
Utilizan la metáfora del ordenador para explicar sus cosas, y sí, es una metáfora, pero hay una rama de investigación de la APA en inteligencia artificial, ellos mismos reconocen que la informática ha ayudado mucho a la psicología y viceversa (y no sólo porque ahora se hagan la mitad de los experimentos con ordenadores).
No se crea usted que porque esto esté escrito con un lenguaje poco "psicológico" aquí nos chupamos el dedo. Nos dedicamos a esto porque hay psicólogos que se dedican a otras cosas. A nosotros nos aprece triste que haya gente como usted, que sin tener ni idea de lo que habla, sin dar ningún dato real, ataque a los que se han preocupado por investigar (algno aguantando 5 años en una facultad) esto que ahora se llama psicología.

Contrapsicología Salamanca dijo...

Por cierto, anónimo, parece que usted tan sólo ha leído dos párrafos.
Bueno, sepa usted que el artículo no es accidental en absoluto y que casi cada palabra está escogida.
Si quiere investigar esas cosas, adelante, si por casualidad vuelve a ver si alguien le ha contestado y quiere polemizar directamente con nosotros, le rogamos que no lo haga de forma anónima.
Un saludo

Luis-Lucio dijo...

Me ha parecido sugerente el artículo y valoro enormemente que se nos ofrezco bibliografía, pues muchas veces se escribe sin ofrecer datos a los que retrotraernos.
Por otro lado, es cierto que la figura del psicólogo curador, y que el sermón de las conductas adaptativas pueden llegar a ser perversos, pero no nos olvidemos que, al atacar a cierto cognitivismo, muchas veces nos olvidamos de atacar a ciertos sanadores que aprovechan la jugada y su supuesta "naturalidad" para aprovecharse de la sociedad consumista.
Creo que hay propuestas dentro del cognitivismo (incluso si incluimos dentro o cercano al cognitivismo, al constructismo) que son más empoderadoras del ciudadano,que las versiones happy happy que se nos han venido dando a lo largo de todo este tiempo.
Felicidades por mostrarnos y hablarnos de detalles que pasan tan desapercibidos, como por ejemplo, el del café, tan ilustrativo de la vida urbana y de la "locura" urbana.

Contrapsicología Salamanca dijo...

Muchar gracias Luis-Lucio. De acuerdo contigo. El asunto es cuestionar ciertas formas de ver a la persona, no las "herramientas de trabajo", aunque ambas cosas están relacionadas.
Es cierto que hay visiones dentro del cognitivismo más cercanas al humanismo. También que en el "extremo contrario" (si es que realmente eso existe), se llega a posturas muy "de curnderos". Obviamente, merece el mismo respeto la normalización desde el paradigma E-R (o sus variantes), que el del Karma y las reencarnaciones, aunque a veces incluso esos "chamanes" pueden ser efectivos. Tomamos nota para hablar en un futuro de eso, en cuanto podamos retomar la actividad del blog.
Un saludo