jueves, 17 de diciembre de 2009

Crónica de la charla

Ya han pasado casi dos meses desde la charla del Ocubre Rojinegro, desgraciadamente no está grabado el largo debate que se generó, y tengo poca idea de colgar una presentación de Power Point por aquí, pero intentaré resumir, más o menos lo que fue.
También quiero disculparme por la tardanza en actualizar esto, he estado muy, pero que muy liado, y para mantener una mínima calidad, a veces hay que renunciar, en algunos momentos, a publicar.
En primer lugar, destacaría la asistencia a la charla. Hubo mucha gente, y además, a mi juicio, gente con ideas muy interesantes. Esto es de destacar en un campo como el que tenemos entre manos, en que hay que "hilar muy fino" para no caer en errores graves que pueden provocar el que los frutos de nuestro esfuerzo no sean los que en realidad esperamos.
La charla fue una introducción al debate, no pretendía ser mucho más que eso. Exponiendo algunos datos, se trataba de  dar unas pocas pinceladas para que posteriormente, con las ideas generadas en común, poder salir todos con más preguntas y alguna conclusión en la cabeza. Soy de la idea de que el pensamiento se genera mejor entre varias personas debatiendo que en una sola cabeza.
En un principio se habló de la historia de la psiquiatría, algo parecido a lo que pone en las primeras entradas del blog. Después hubo una breve historia de algunas corrientes psicológicas, todo "muy por encima".
Luego se habló de la psicología como medio de control social, y se acabó proponiendo una forma diferente de enfocar la ciencia de la psicología, buscando un paradigma psicológico en el que quepan las personas libres.
A quien le interese el power point, puede pedirlo por correo electrónico. No es el árbol de la ciencia y no dice "nada nuevo", pero cumplió bien su función.
El debate giró en torno a varios ejes: El origen de la enfermedad mental, sus causas últimas (la famosa "etiología"), la psicología como ciencia (y la necesidad o no de ser "científicos", incluso la validez del conocimiento científico en sí), y lo que yo considero que debe ser la línea a trabajar desde nuestros colectivos: Qué alternativas se pueden proponer al sistema de salud mental ahora mismo. Cómo podemos hacer para resistir a la psiquiatría y a la psicología "académicas", ya que el mero hecho de negar la figura de la "enfermedad mental" o tratar de destruir la pseudociencia psiquiátrica, no elimina el sufrimiento per se de las personas que tienen problemas en sus cabezas (por decirlo de alguna manera). Es obvio que no se puede pretender crear nada desde fuera (yo como psicólogo, no puedo generar estructuras alternativas al sistema de salud mental, sino que a mi entender, mi labor puede ser acompañar y potenciar lo que los propios afectados pueden querer hacer. Lo contrario sería convertirme otra vez, y sin querer, en el represor al que quiero eliminar).
Pido disculpas por no tener cosas más concretas, pero contaba con que tendría grabado todo, y al final no pudo ser.
Gracias a tods los que asistieron y a aquellos que hicieron que la experiencia no fuera "una charla más".

viernes, 16 de octubre de 2009

Octubre Rojinegro

En el local de CNT-AIT Granada (C/ Eurípides s/n):
Conferencia Contrapsicología y Antipsiquiatría.
Ponente: Militante de CNT-AIT Salamanca.

El ponente participa activamente en este blog e invita a todo el que quiera pasarse por allí a asistir a la conferencia, que consistirá en una exposición sobre la historia de la psiquiatría, de la psicología, algo de actualidad, crítica y acabará con un turno final de palabras y/o debate.
En breve se colgará del blog el texto aproximado de la charla y las conclusiones del debate, si hubiera alguna.
Gracias a todos.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Sobre Cognitivismo y Otros Cuentos

Desde que el Profesor Wundt, en su laboratorio de Leipzig, decidiera fundar la psicología como ciencia independiente han ocurrido muchas cosas en el campo del estudio de la mente y/o del comportamiento humanos, han estado en auge y declive ya varias escuelas, pese a la relativa juventud de esta “ciencia”. Lo cierto es que en auge o no, coexisten, en este momento, muchas escuelas, con tesis prácticamente incompatibles, como dentro de un gran saco del que los psicólogos que se consideran prácticos extraen las que en cada momento les valen para explicar o justificar lo que en ese momento pueden tener delante. Esta “escuela” alternativa, cuya única característica es ese eclecticismo, no tiene por qué ser “mejor” o “peor” en cuanto a eficacia que visiones más ortodoxas enmarcadas dentro de las distintas corrientes. El poder explicar cada cosa que hace o piensa una persona utilizando para ello el argumento que más nos guste, no quiere decir tener una visión más integral del ser humano.

La corriente psicológica que ahora mismo está en auge es el Cognitivismo, una especie de hijo del Conductismo (el paradigma “Estímulo-Respuesta”). El cognitivismo es una corriente que permite integrar las tesis más radicales del conductismo con las teorías motivacionales del Humanismo, la Gestalt, y ciertos esquemas psicoanalíticos (esto muy tímidamente), a veces cambiándoles el nombre para adecuarlo más a su propio bagaje.

Debido a lo mencionado anteriormente, hoy en día es raro que nos atienda un psicólogo que no se declare “ecléctico” o “cognitivista” (ojo, que no es lo mismo), y es raro el psicólogo “ecléctico” cuya base formativa no depende en gran medida de ese cognitivismo, debido en gran medida, a los planes de estudios de cualquier facultad española, dominados básicamente por el Cognitivismo.

La Psicología cognitivivista se centra en cómo procesamos la información, es decir qué pasa desde que recibimos un estímulo dado, hasta que se produce una respuesta a ese estímulo, y cómo las consecuencias de esa respuesta son procesadas también como un estímulo nuevo. Se compara la mente a un ordenador, donde los programas del mismo (nuestros esquemas, creencias, sesgos, experiencia...), y el Hardware (el Sistema Nervioso), son los encargados de convertir el input, los estímulos, en respuestas, para adaptarnos óptimamente al medio.

Ante esta visión de la persona, no lo olvidemos, predominante en los “estudiosos” de la mente y del comportamiento, se nos plantea, como libertarios, un interrogante: ¿Dónde queda aquí la libertad?

Si nacemos con una biología dada que es modulada por un ambiente del que estamos a merced, se podría decir que hay un “determinismo” sobre los procesos mentales, por tanto la libertad, entendida como libre albedrío, tan sólo sería una ilusión en que sólo los ingenuos pueden creer. El problema no radica en que exista o no libre albedrío, el problema está en que desde esta visión, bien aplicada, convertimos las conductas inadaptadas en “fallos” de la persona, que no ha logrado adaptarse correctamente al medio, o tiene “fallos de hardware” (le sobra o le falta de cierto neurotransmisor, o tiene disfunción cerebral mínima).

Lo cierto es que desde la visión cognitiva se puede pensar que si una persona tiene cierto comportamiento es porque es la mejor forma que tiene para adaptarse a su medio, y si tal o cual conducta es disfuncional lo es porque el medio es un medio “antipersona”, pero esta visión , casualidades de la vida no se da, las respuestas que el psicólogo llama “inadaptativas” son respuestas anómalas, no normales a las circunstancias, cosa que contradice los pilares mismos del Conductismo (no olvidemos que sin Conductismo, no hay cognitivismo), ya que en ciencia, no existen “excepciones a la regla”, y es por esto que desde la psicopatología se intenta, cuando se puede, dar una explicación de por qué tal o cual conducta anómala es adaptativa para la persona, y cuando no se consigue, se deja en manos de la psiquiatría para explicar, desde un punto de vista médico, dicha conducta. Siempre sin cuestionar los pilares del sistema.

Por ejemplo, si un hombre es alcohólico, se puede atribuir a que el alcohol, como sustancia psicoactiva, actúa como ansiolítico, entre otras cosas, y la persona que se engancha a él lo hace porque tiene ansiedad, como forma de automedicación. Por el contrario, no se puede explicar por qué una persona desarrolla una esquizofrenia, por lo que debe ser por algo “biológico”... nunca se cuestiona el papel de una jornada laboral de 45 horas semanales en una cadena de montaje como predisponente en una esquizofrenia.

Y aquí es donde entra la otra acepción de libertad, el poder hacer lo que queramos, pensar lo que queramos, sin ser reprimidos por ello. Por lo visto, una conducta extraña, o un pensamiento extraño, se convierten en síntomas, en señales que nos dicen que una persona se adapta mal, ya sea por un fallo en el software, con lo que habría que cambiar sus cogniciones erróneas, o su hardware, entonces debemos controlar, si podemos, sus neurotransmisores de por vida. No quiero decir que se esté haciendo siempre esto, pero sí es cierto que se psiquiatriza y psicologiza cada vez más la sociedad, desde los psicólogos que acuden a los accidentes y desastres a “auxiliar” a las víctimas y familiares, hasta el hecho de que se de medicación psiquiátrica a quienes peor se adaptan a las condiciones de un geriátrico, centro de menores, cárcel, etcétera. Volviendo un poco hacia atrás, repito que no se cuestiona el papel que tiene adaptarse a este sistema en el hecho de “perder la cordura”.

Por ejemplo, es bien sabido por todos que mucha gente trabaja toda la semana en un tajo que se podría llamar “alienante” sin pecar de subjetividad en el juicio, y que reconoce que los fines de semana “se evade” de eso, trabajar para “desfasar”, utilizando para ese desfase el alcohol (recordemos que es, en dosis bajas, un ansiolítico) y tabaco. Pues sin cuestionar el papel del alcohol en todo tipo de problemas mentales, nos podemos encontrar que el tabaco también se asocia estos, se dice que como una suerte de “automedicación” (igual que las personas con ansiedad podrían beber alcohol porque al beberlo se sienten mejor, el tabaco podría tener un efecto parecido además de aliviar efectos secundarios de alguna medicación en otro tipo de enfermedades psiquiáticas), pero lo cierto es que es muy difícil saber qué fue antes. En todo caso, si los pacientes usaran el tabaco porque alivia síntomas inducidos por la medicación, sería una crueldad racionarlo en los psiquiátricos.

Estudios recientes han relacionado la cafeína con la psicosis. ¿Es por la sustancia en sí, o es que provoca primero ansiedad y esta genera la psicosis? La cafeína es la sustancia psicoactiva más consumida en el mundo, en los países industrializados es casi imprescindible para que la gente pueda mantener el “nivel de alerta” (vamos, estar despierto y atento) en su jornada laboral... ¿No nos cuestiona esto nada acerca de las llamadas enfermedades mentales?

Todo esto no son más que reflexiones sobre la teoría y la práctica psicológicas que ahora dominan el panorama. Por supuesto existen formas alternativas de ver la psicología, y debemos crearlas desde nuestros ambientes para poder dar respuesta contra la represión ejercida contra lo “anormal”, que, mira por donde, es lo que molesta a las clases dominantes.

No quiero que todo este tostón se quede en eso, me gustaría que sirva para cuestionarnos ciertos temas, como la libertad y la ciencia. Y desde esa reflexión, poder reivindicar el derecho a ser distintos, a estar tristes, alegres, neutros, inadaptados...




Referencias: David G. Meyers (1999). Psicología. Madrid, ed. Médica Panamericana. || Drs. Jaime Santander, Daniel Seijas y Mirtha Jiménez. Tabaquismo y Comorbilidad Psiquiátrica. Cuadernos de Neurología. 2009; XXIII, Universidad Católica de Chile. || David M. Fergusson; Joseph M. Boden; L. John Horwood ,Tests of Causal Links Between Alcohol Abuse or Dependence and Major Depression. Arch Gen Psychiatry. 2009;66(3):260-266.



Publicado en el Germinal Libertario, Suplemento Nº8 (Septiembre de 2009), Órgano de Expresión de Las Juventudes Anarquistas de León (FIJA).

miércoles, 22 de julio de 2009

Knots (Nudos)

Un hijo debe respetar a su padre
No se le tiene que enseñar a que respete a su padre
Es algo natural
Así es como yo he educado a mi hijo en todo caso.

Claro que un padre debe merecerse el respeto
Puede perder el derecho al respeto de su hijo
Pero yo espero al menos que mi hijo me respetará, aunque
sólo sea por dejarle libre de respetarme o no.

R.D. Laing

Se está adentro
y luego afuera de lo que uno ha estado adentro
Uno se siente vacío
porque no hay nada dentro de uno mismo
Se intenta meter dentro de uno mismo
ese dentro del afuera
en el que uno estuvo una vez dentro
una vez que uno intenta meterse a sí mismo detro
dentro de lo que
se está afuera:
comer y ser comido
tener el afuera dentro y estar
dentro del afuera

Pero esto no basta. Uno intenta meter
el adentro del que uno está afuera adentro, y
meterse dentro del afuera. Pero uno no se mete
dentro del afuera metiéndose el afuera dentro
pues:
aunque uno está lleno por dentro del adentro del afuera
uno está en el afuera de su propio adentro
y al meterse dentro del afuera
uno permanece vacío porque
mientras se está en el adentro
incluso el adentro del afuera está afuera
y dentro de uno no hay nada todavía
Nunca ha habido ninguna otra cosa
y nunca la habrá

R.D. Laing




Texto extraído de R.D. Laing (1972), Esquizofrenia y presión social. Barcelona, Tusquets.

lunes, 15 de junio de 2009

Los Psicofármacos II (neurolépticos)

Para inaugurar esta sección, quería hablar de los antipsicóticos.
El nombre técnico sería "neurolépticos", y son grandes depresores del SNC. "Neuroléptico" viene del griego "neuro" (nervio) y "leptos" (atar), y es una etimología muy bien puesta, pues funcionan como camisas de fuerza químicas, que si bien, en muchos casos no coartan la posibilidad de moverse (ojo con los efectos secundarios que veremos luego), si que cortan procesos mentales superiores, además de los temidos síntomas psicóticos (delirios y alucinaciones, por lo general). Al inventarse la clorpromazina se la denominó como "lobotomía química" y se pensó en la terapia farmacológica como una "solución limpia" frente a la lobotomía tradicional y al problema de la saturación de los hospitales psiquiátricos. El sobrenombre de "lobotomía química" tampoco le vendría mal a este grupo de medicamentos, pues al igual que el procedimiento de destrucción de masa cerebral por medios quirúrgicos, estos causan daño cerebral permanente.
La mayor parte de los neurolépticos funcionan bloqueando los receptores postsinápticos de la Dopamina (un neurotransmisor), es decir, que impiden a esta sustancia cerebral natural funcionar con normalidad, y hacen que parezca que tenemos menos.
La teoría subyacente al uso de estos fármacos en todas las psicosis, simplificando mucho, es que éstas se producen por una actividad exacerbada de la Dopamina en las áreas frontales y mesolímbicas del cerebro. Esto se refuerza cuando vemos que:
-Estos medicamentos muchas veces eliminan los delirios y las alucinaciones.
-Otros medicamentos con efecto contrario, como la L-Dopa y las anfetaminas pueden producir psicosis.
Pero existen explicaciones alternativas plausibles para todo esto, luego científicamente, no está demostrado que esto sea verdad. La Dopamina sí que parece implicada en estos procesos, pero no sabemos exactamente qué papel juega, si es la causa o el efecto, pues también se ha demostrado que estímulos externos y conductas modifican la química y estructura cerebrales. ¿Es la causa un factor externo? Lo único indiscutible es que somos seres bio-psico-sociales, y que las tres partes están relacionadas e interactúan reciprocamente.

Pues bien, al bloquear estos receptores postsinápticos de la Dopamina, el cerebro se defiende, creando las neuronas postsinápticas más receptores, y no sólo en las áreas que queríamos bloquear, sino en otras (esto sólo es una hipótesis, no lo olvidemos), como el área nigroestriada, y como la Dopamina sirve también como modulador de los movimientos voluntarios, se producen síntomas relacinados con los mismos. La hipersensibilidad a la dopamina causada por un aumento de los receptores de la dopamina en áreas subcorticales es algo bastante grave.
Esto es una enfermedad por sí sola, de muy difícil tratamiento y un riego relativamente alto de ocurrencia. Se llama Discinesia Tardía, y puede darse desde el primer contacto con el psicofármaco, aunque lo normal es que haya alrededor de un 5% de posibilidades por año (acumulativas) de que el consumidos la desarrolle, y teniendo en cuenta que los tratamientos con antipsicóticos son de por vida...
Otros efectos adversos pueden ser la acatisia (otro síntoma motor), la agranulocitosis y la ganancia de peso.

El hecho de que aumente el numero de receptores de la Dopamina en la neurona postsináptica, hace que al quitar el tratamiento, además de aumentar el riesgo de desarrollar la temida Discinesia Tardía, eliminemos la posibilidad de "curación", o la vuelta a la normalidad química del cerebro, o como queramos llamarlo, y que al suspender el tratamiento pueda aparecer un "efecto rebote", interpretando el mismo como una recaída en la enfermedad. Esta teoría predeciría que si no tratamos a los pacientes psicóticos con neurolépticos, las recaídas una vez normalizada la situación serían menos, y que pacientes con trastornos psicóticos breves o esquizofreniformes, se "recuperarían" y acabarían en menor medida siendo diagnosticados de "esquizofrenia". Esto es exactamente lo que pasa según los estudios de Iaco Sekkula.

Una cosa de la que no he hablado es de la existencia de dos familias de antipsicóticos: Los de primera generación o "típicos", y los de segunda generación o "atípicos", aunque ya está a punto de salir al mercado una tercera generación. Lo que se supone que distingue especialmente a estas familias:
-El poder lidiar con los síntomas negativos de la psicosis (embotamiento afectivo, abulia, alogia, anhedonia...), ya que los de primera generación, más que eliminarlos, parecían exacerbarlos, y los de segunda se planteaban como sustancias capaces de tratarlos (lo cual es mentira).
-El causar o no efectos colaterales: Se supone que los desegunda generación no causaban discinesia tardía, ahora se supone que causan menos... juzguen ustedes mismos. Este enlace es de la revista Infocop, el título del artículo es "Auge y ¿Caída? de la Era de los Antipsicóticos Atípicos".

Seguro que algo se me queda en el tintero. Podrían correr ríos de tinta que quedarían secos si queremos escribir todo lo posible sobre el tema. Quedan para futuras entradas.

Los Psicofármacos

Sobre la Historia de estas sustancias consideradas medicamentos ya escribiré dentro de "Historia de la Psiquiatría". Esta sección viene a ser para hablar de los efectos de los distintos psicofármacos sobre la salud, el Sistema Nervioso Central (SNC), sus efectos "terapéuticos" y sus efectos adversos. Como no es el vademécum, esto no sólo es una orientación sobre el tema en que se da una información "desnuda", sino que rpetendo acercar algún que otro estudio, y decir lo que en la consulta del psiquiatra no te suelen decir. No obstante, esto tan sólo pretende ser información orientativa, para leer, formarnos y debatir. No quiero empujar desde aquí a hacer nada a nadie, que me pueden meter en la cárcel por eso. Cada cual, con la información, que haga lo que crea oportuno.

sábado, 23 de mayo de 2009

Historia de la Psiquiatría II


Acabábamos la anterior entrada de historia de la psiquiatría hablando de Pinel. Pinel, y algunos de sus discípulos, como Esquirol, protagonizaron lo que se llama "segunda revolución psiquiátrica", quitando las cadenas y dando un trato humano a los enajenados (al menos esto es lo que dice la visión romántica de la historia psiquiátrica, siendo la realidad mucho más negra que eso). La "primera revolución psiquiátrica" merece la pena ser mencionada, pues consiste en la fundación de lo que podríamos llamar "hostpitales psiquiátricos", los primeros en el mundo. Que sepamos (eliminando historia de las civilizaciones de la antigüedad), el primer "psiquiátrico" se fundó en Valencia, más o menos en 1409. Por esa época, el internamiento suponía un avance, frente a las hogueras (ya había gente que deshechaba la Demonología, una especie de DSM de la época, como Paracelso).
En 1616 Francia, mediante un edicto, estableció los manicomios. Los directores estaban autorizados para tener a sus locos indefinidamente, y pronto convirtieron sus centros en verdaderas cárceles, donde los locos estaban encerrados con delincuientes comunes, prostitutas y demás gente que no hace bonito en la calle. Allí eran sometidos a tratos degradantes y torturas, siempre con fines terapéuticos.
Los típicos tratamientos a la locura antes de Pinel eran la inmersión, las sangrías, los azotes, el tratamiento de aterrorizar, incluso la "Silla de Darwin", ideada por el abuelo del autor de "El Origen de las Especies", que consistía en una silla que se hacía girar hasta que sangrabas por nariz y oídos, un tratamiento muy efectivo para la locura.
Cabe decir también, que con Pinel y sus seguidores, no desaparecieron las "contenciones físicas", se sustituyen las cadenas por camisas de fuerza, y se usan camas con barrotes. La historia de la psiquiatría (y no metemos aquí las corrientes "psiquiátricas" que se han desligado de la medicina, como las psicodinámicas, por ejemplo) hasta nuestros días, ha consistido casi siempre, en la estigmatización y la tortura.


"Encerrando no se Educa"


Jornadas de presentación de la Asamblea contra los centros de menores (Salamanca):




Miércoles 27 de Mayo, 20:00 horas

Presentación de la asamblea y dinámicas de reflexión


Jueves 28 de Mayo, 20:00 horas

Proyección: "El odio"

Todas las actividades se realizarán en el local de CNT-AIT Salamanca (Avda. Italia 24-26)

Organiza:
Asamblea Contra los Centros de Menores Salamanca
(asamnocensal@gmail.com)

jueves, 21 de mayo de 2009

Historia de la psiquiatría I

No vamos a hablar de la psiquiatría desde sus comienzos en la época prehistórica, donde probablemente un chamán en trance, dirán algunos antropólogos, era el encargado de expulsar los demonios que la gente tenía dentro... lo cierto es que poco sabemos y poco podemos saber de esas épocas, más que por los restos de algunos esqueletos en los que habían hecho trepanaciones, y por cómo había cicatrizado el hueso, la persona había sobrevivido durante años. Lo cierto es que la psiquiatría como ciencia autónoma acaba por formarse en el siglo XVIII (Erwin H Ackerknecht, Breve historia de la psiquiatría). Por esta época se empezó a considerar la locura como un trastorno proveniente de "cosas del cuerpo". Surgió gente apostando por la psicogénesis de los trastornos mentales (Ludwing, Zückuert, Harper, Fischer, Langermann...).
La expresión "neurosis" se la inventó Cullen, el mismo tipo que recomendó la camisa de fuerza, aparato inventado por McBride. Los primeros experimentos con los reflejos se los debemos a Whytts, y los de "electricidad animal" a Galvani y Volta. Por esta época las enfermedades mentales se empiezan a atribuir al sistema nervioso, y no a los "humores". En el Siglo XVIII también surgieron los localizacionistas.
Durante esa época la psicoterapia se basaba en el miedo, es decir, se trataba de curar a los enfermos mentales aterrorizándoles, como veremos en próximas entradas, con prácticas que cualquier persona con dos dedos de frente calificará de "tortura". Pinel fue el primero en decir que eso no era una buena práctica.