lunes, 14 de febrero de 2011

La Ansiedad II

Continuamos con la ansiedad.
Una vez que hemos visto, más o menos, las raíces del problema, vamos a intentar dar unas pinceladas sobre las consecuencias de la misma, a veces coincidiremos con "la versión oficial", otras no tanto (aunque el vocabulario que usaremos será más o menos "standard").
Se puede decir que la ansiedad, en el sufrimiento psíquico, está presente, de alguna forma, casi siempre.
Es muy común, que al percibir una persona que "le pasa algo", el nivel de ansiedad suba. Sobre todo por el hecho de que ese "algo", suele ser una amenaza incontrolable, una amenaza que en lo mental, no suele ceñirse a un mero "bienestar" sino que muchas veces pende como una espada de Damocles sobre la propia identidad de la persona, es decir, sobre integridad de la propia persona.
Pero esa ansiedad como "efecto", no nos interesa tanto como la ansiedad como "causa", aunque ya en el papel secundario de efecto produce, exacerba y mantiene diferentes problemas asociados y no asociados con el problema original.
La ansiedad como causa, produce muchos y muy variados problemas, que van desde lo más obvio, los denominados "trastornos de ansiedad", hasta cosas tan polémicas como lo que los doctores llaman "brote psicótico" o "esquizofrenia".
Algún estudiante de Psicología ha discutido esto, pero es que si entendemos que un pico de ansiedad puede ser un factor precipitante de un brote, la ansiedad ahí tiene el papel de "causa", igual que tiene ese papel un resfriado en una persona predispuesta a la hora de causar una neumonía.
No hablaremos en este momento de los diferentes trastornos concretos en su relación con la ansiedad, ya que eso será objeto de otro texto, entrada o artículo, sino más bien vamos a intentar ver cómo la ansiedad ayuda a precipitar diferentes patologías.

Como vimos antes, la ansiedad es una respuesta del organismo a situaciones amenazantes, más o menos difusas, que conlleva una activación del cuerpo y de las facultades mentales para resolver la amenaza. 
Las diferentes respuestas fisiológicas son necesarias en diferentes momentos, efectivamente cuando existen problemas, o la difusa posibilidad de que existan, para poder adelantarnos a los mismos. El problema en el cuerpo se da cuando esas respuestas se mantienen durante mucho tiempo, o se dan tan a menudo que es como si se mantuvieran. El cuerpo no está preparado para estar "a tope" siempre.
Lo mismo pasa con la mente. Es más, una ansiedad muy elevada, durante mucho tiempo, no sólo no nos ayuda a resolver problemas, sino que acaba creándonos más.
Una activación exagerada, a nivel corporal, causa "síntomas somáticos", como cambios en el sistema circulatorio, una activación neuromuscular más fácil, y cambios también en el sistema respiratorio, endocrino... cosas concretas como hormigueos, espasmos, fasciculaciones, palpitaciones, taquicardias, desarreglos hormonales, etc.
A nivel mental, si es que realmente se puede hacer una distinción entre "mental" y "somático" (con esto pretendemos decir rotundamente que esa distinción NO existe), el estar utilizando todos los recursos disponibles, hace que después de un tiempo en esta situación de la sensación de que esos recursos se van agotando, llegando el "bajón", es decir, que después de un tiempo de estrés exacerbado, llega un periodo aparentemente depresivo, que no es sino de agotamiento. Puede llegar la indefensión y sentimientos de desesperanza.
Pero no sólo eso, sino que en periodos de activación máxima, se pueden dar "síntomas disociativos", como desrealización y despersonalización, con la sensación de "estar volviéndote loco" que conllevan, que a su vez ayuda a aumentar esa ansiedad. Asimismo, existe una asociación entre síntomas denominados psicóticos y ansiedad (esto se ve claro en trastornos como el TEP, hago esta puntualización porque parece que hay dogmas de fe en la psiquiatría, que como los que nos da la Iglesia, chocan frontalmente con las observaciones empíricas que podemos hacer).
Por tanto, la ansiedad, que para muchos psicólogos y psiquiatras es la "hermana pequeña" del sufrimiento psíquico, es realmente la madre de muchos de ellos. Teniendo en cuenta lo escrito anteriormente, y con esta nueva información, podemos prever qué es lo que pasa en la relación de la ansiedad con las diferentes formas de sufrimiento biopsicosocial.

Como siempre, agradeceré los diferentes comentarios y aportaciones de todo el mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La Psiquiatria es el mayor fraude de nuestra epoca. Estamos ante un crimen enorme contra miles de personas inocentes. Hay bastantes libros sobre esto, por ejemplo el de Thomas Szasz "The mith of mental illness" etc.
La psiquiatria esta basada en el DSM, Diagnostic Statistical Manual, un panfleto sin ningun valor cientifico.
ver video resumen:

http://www.youtube.com/watch?v=ziOSaHWM0VU

Contrapsicología Salamanca dijo...

Sí, el mito de la enfermedad mental, del Dr. Sasz es muy bueno.
Lo cierto es que la CCDH, quien hace esos viedos como el que pones, han llevado a cabo una investigación muy buena, pero caen en varios errores.
1- Hablan de la psiquiatría y los psiquiatras como algo homogéneo, cuando hay muchas "psi" que tratan de no ser lo que ellos retratan, e incluso de combatirlo.
2- Están ligados a la Cienciología, quizá por eso no les interese hablar de psicología Humanista, ni de todos los que han tratado de combatir el control social de los "psi", y a la vez buscar formas de combatir el sufrimiento psíquico o conocer holísticamente a la persona.
3- Que una persona que no ha investigado llegue a ciertas conclusiones por sí solo es algo factible, pero ellos han investigado y mucho, por lo que no nombren a ciertas fuentes para soportar sus conclusiones (lo más que hacen es ir de la mano con Tomas Sasz y algún otro), es algo que, por lo pronto, está mal, y "por lo tarde" es sospechoso (como cuando los cognitivo-conductuales hablan de las terapias de 3ª generación como un invento suyo).
Un saludo.